Esta fue la pregunta que me hizo mi mujer Laura hace unos meses cuando recibió una atractiva oferta de trabajo para ser directora de una empresa de retail. Lo normal en estos casos es investigar la empresa, pedir opinión a familiares y amigos de confianza, etc. Laura hizo algo diferente. Investigó a sus antecesores en el puesto que le estaban ofreciendo, usando LinkedIn. Encontró cinco personas y les invitó a conectar, usando una nota personalizada. Todos aceptaron su invitación a conectar. Luego les envió un mensaje pidiéndoles su opinión sobre la empresa. Dos de ellos le contestaron. El primer mensaje fue:
“Mi experiencia personal fue corta pero positiva. Dinámica de trabajo muy intensa y equipos de trabajo muy pro activos.”
Es un mensaje favorable, pero no entra en muchos detalles. Veamos el segundo mensaje:
“Mi experiencia en XXX fue bastante negativa en cuanto al ambiente de trabajo generado por el dueño de la empresa. A pesar de tener un buen producto y un concepto de tienda bien elaborado, no se tiene en cuenta para nada el valor humano ni la valía profesional. Además la salud financiera del grupo está bastante deteriorada y no augura un futuro muy prometedor. Si tienes otras opciones, no dudes en tomarlas. Espero haberte ayudado.”
¿Debería tomar su decisión Laura en función de este mensaje tan contundente? Podría ocurrir que esta persona tuviera un conflicto con el dueño, y su opinión no sea fiable. La cuestión es que pocas horas después Laura recibió dos llamadas telefónicas de otros dos antecesores que le confirmaron totalmente la visión de este mensaje. Por supuesto, decidió declinar educadamente la oferta. La cuestión es que LinkedIn, que es la red profesional más amplia del mundo, puede usarse de forma creativa, como hizo Laura, para ayudarla a tomar una decisión importante.
Autor: Carlos Puig Sagi-Vela, CEO de Nexus People y profesor en The Valley