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Siete claves para una buena formación online

Por 22 noviembre, 2017 Sin comentarios

A estas alturas nadie va a descubrir que la formación online es una opción muy válida para aumentar o reforzar nuestros conocimientos. Sin embargo, conviene no olvidar que, como la formación presencial tiene sus peculiaridades. Por su intrínseca característica de distancia entre alumnos y profesores, debemos cuidar mucho estos siete aspectos con el fin de obtener un producto sólido y unos resultados óptimos, entendiendo por resultados óptimos la satisfacción del alumno y la asimilación de conocimientos.

#1 Contenido de calidad

Este es el primer aspecto que sin lugar a duda debemos tener bien atado, y por el que todos deberíamos empezar, pero como veremos no el único. La fuente de todo aprendizaje a distancia es el contenido que ponemos a disposición de los alumnos.

Su profundidad y alcance debe estar en consonancia con las expectativas transmitidas al alumno. Tenemos que ser realistas con el medio en el que nos movemos, pero por otra parte no debemos tener miedo en hacer trabajar al alumno y exigirle esfuerzo. Aspecto en el profundizaremos en posteriores puntos.

#2 Diseño instruccional adecuado

¿Qué entendemos por diseño instruccional (DI)?, dice nuestra querida Wikipedia que DI es: “crear experiencias de instrucción que hacen la adquisición de conocimientos y habilidades más eficiente, eficaz y atractiva».

«El diseño instruccional es el arte y ciencia aplicada de crear un ambiente instruccional y los materiales, claros y efectivos, que ayudarán al alumno a desarrollar la capacidad para lograr ciertas tareas» (Broderick, 2001).

Hoy por hoy, los recursos gráficos y posibilidades de transmitir una información han alcanzado una variedad casi infinita, esta es la razón por la que un buen equipo de Diseñadores Instruccionales adquiere un valor fundamental.

Por consiguiente, un buen equipo de diseñadores debería ser conocedor de todos los recursos posibles y planificar cuáles de ellos son los más adecuados para el estudio de la materia, dejando a un lado los efectos ¡wow!, si en ese momento la situación lo requiere. El DI es una tarea compleja que a su vez está formada por varias fases y que debe ser abordada por equipos de personas con amplia experiencia.

# 3 Una plataforma de LMS

La principal labor de una plataforma de formación online, conocidas como LMS, es la de solventar la ausencia de presencialidad entre el grupo, recogiendo toda la información que le será trasmitida al alumno y poniéndola a su disposición de la manera más sencilla posible. Además de esto, y gracias a los avances y desarrollos de las plataformas, permiten crear el intercambio fluido de información de una manera bidireccional, con el objetivo de crear comunidad.

Las plataformas además deben ser entornos estables y fáciles de adaptar ya sea desarrollos propios o alquilados. La oferta en el mercado de este tipo de soluciones se ha visto muy incrementada en los últimos años, con lo que tener un buen CTO en casa, es algo muy recomendable para el buen desarrollo de un curso.

No debemos olvidar la parte de analítica que acompañan a muchas de ellas, es de gran ayuda para tener datos objetivos del rendimiento y participación de los alumnos.

# 4 Diseño de actividades adecuado a los objetivos del curso

La mayoría de la plataforma formativas nos permiten distintas actividades, desde test con autocorrección, foros conjuntos de debate, actividades conjuntas e incluso sesiones de webinar.

Además de eso, podemos añadir cualquier tipo de actividad extra fuera del entorno y luego sacarle partido en webinar posteriores.

Como en el caso del diseño instruccional, no se trata de sobrecargar al alumno con muchas actividades para obtener un buen curso, es la justa medida de ellas, en el formato adecuado, lo que nos permitirá aportar valor al curso y al proceso de aprendizaje.

Un aspecto muy importa es la capacidad de ir variando el recurso utilizado en cada unidad formativa para mantener a los alumnos motivados y participativos.

Incluir estrategias como la gamificación en los procesos de diseño de actividades deben ser un recurso en alza que nos permitan mejorar los ratios de engagement de los alumnos con el curso y consecuentemente su participación.

#5 El uso de la Web 3.0 para completar la oferta formativa

Un avance natural que han tenido los itinerarios formativos en los últimos años ha corrido paralelo al desarrollo de internet.

Más allá de la discusión de si estamos en la web 2.0 o 3.0 (conocida como web semántica) lo que sí es cierto, es que la mayoría de nosotros entendemos internet, aparte de otras muchísimas cosas, como un medio abierto y colaborativo, en el que la información debe fluir para conseguir que la inteligencia colectiva adquiera cuotas inimaginables hasta la fecha.

Esta realidad, no debemos obviar en un proceso formativo, debemos salir de los entornos cerrados de los Campus Virtuales y poner en la medida de los posible al alcance de los alumnos información que apuntale y lleve más allá los conocimientos del curso en estudio. El objetivo es que el alumno aprenda y la información está en la red.

#6 Implicar al alumno en su proceso formativo como parte fundamental

Esta característica es común a cualquier modalidad de formación, pero en online, debido a la distancia física, es un verdadero reto.

De la misma manera, que entendemos internet como medio colaborativo para alcanzar un mayor desarrollo del conocimiento, el objetivo de la participación de los alumnos debe ser subir el nivel formativo del grupo.

Esta idea se refuerza con estudios como el de William Morton Wheeler (1911). Este conocido entomólogo, señaló que individuos aparentemente independientes pueden cooperar tan cercanamente como para volverse indistinguibles de un solo organismo. Este proceso colaborativo, observado en su trabajo con las hormigas que actuaban como las células de un solo animal con una mente colectiva, pone encima de la mesa que un grupo cohesionado puede llegar a resultados de organismos superiores más complejos.

#7 Equipo docente más que nunca debe ser facilitador en red y agentes motivador

Para finalizar, no podemos dejar fuera de esta ecuación al equipo de profesores que acompañarán al alumno en este viaje, que debe reunir una serie de habilidades para aumentar el valor del producto final.

Por supuesto, tiene que estar familiarizado con las tecnologías que se esté usando en el curso, conocer sus posibilidades y usarla de manera ágil.

La estrategia para mantener el interés y la atención del alumno debe estar perfectamente planificada. El objetivo es evitar en la medida de lo posible los momentos de frustración que se pueden producir y reducir al mínimo las tasas de abandono en los procesos formativos a distancia.

En las sesiones de webinar, si las hay, el docente debe estar acostumbrado a los posibles fallos tecnológicos que pueden ocurrir y perder el hilo lo mínimo posible con el fin de mantener al alumno dentro de la sesión.

Como vemos, hay muchas variables encima de la mesa y es muy posible que me deje fuera de estas líneas otros muchas que consideres fundamentales, así que, siéntete libre de aportarlas y gracias por haber llegado hasta aquí.

Autor: Nacho Sánchez, Academic Content Manager en The Valley 

 

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