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Carrito

Ana Matarranz cuenta con 28 años de experiencia en el sector y en la actualidad desempeña su cargo como Directora General en Willis Towers Watson Iberia.

En Enero de 2016 pasó a ocupar la posición de Head of Health & Benefits Western Europe en Willis Towers Watson responsabilizándose del lanzamiento de esta unidad de negocio en la nueva Willis Towers Watson.

Comenzó su carrera profesional en 1991 en la empresa Mapfre Vida y en CASER en 1994 donde trabajó como Responsable del Departamento Técnico de Pensiones. Se incorpora a Willis Iberia en el año 2000 y a los pocos meses es nombrada Directora del Área especializada de Employee Benefits. En el año 2002, asume la Dirección Comercial de la compañía y en 2006 entra a formar parte del Comité de Dirección de la Correduría. En 2008 es nombrada Directora General Adjunta de Willis Iberia y asumió la Dirección General de la compañía Willis Iberia el 1 de enero de 2010.

En el ámbito de la Diversidad, desde 2010 viene apoyando de forma muy activa el Desarrollo profesional de las mujeres liderando y organizando seminarios y eventos para mujeres directivas. 

Willis Emerging Leaders Program / 2014-2015 (Inspiring and Inspired Leadership, London | Understanding Risk and Resilience from within, Mumbai  | Connecting and Growing Willis in New Realities, Harvard University, McKinsey)

Autora de varios libros sobre Beneficios y de diversos artículos en diferentes medios generalistas y especializados.

Es miembro del Consejo asesor de Westfield (grupo Prisma, sector Educación).

En 2006 fue una de las elegidas como Leading Women por la revista Business Insurance Europe “Women to Watch”.

En 2019 fue elegida una de las 30 Women to Watch por PWC para futuros consejos de administración.

En 2019 fue nombrada Persona del Año por la Asociación de Jóvenes Profesionales del Seguro.

Licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid, Actuario de Seguros. Master en Práctica Actuarial Mapfre (CUMES), PADDB+ Programa de Alta Dirección en Digital Business (The Valley 2019), Master en Mercados Financieros (EFA) y PDD del IESE, 2002.

Actualmente cursando el programa Transformación Digital: Tecnologías y sus aplicaciones prácticas del MIT

El confinamiento nos ha obligado a adaptarnos al formato telepresencial en el entorno laboral, y en casi todos los ámbitos de nuestra vida social, ¿cuáles crees que son los cambios que han venido para quedarse?

La crisis del coronavirus nos ha cambiado de una forma más consciente y profunda la forma de entender y valorar la vida. Nos ha enseñado a no dar nada por hecho por muchos planes de negocio que se hayan hecho, por muchas predicciones estadísticas que hayamos estimado, los cisnes negros existen como acabamos de comprobar. Nos tenemos que acostumbrar a vivir con mucha volatilidad e incertidumbre. Nos hemos dado cuenta de lo vulnerables que somos.

Por otra parte evolucionamos hacia un modelo de trabajo menos presencial, es decir, un híbrido entre lo presencial y el teletrabajo. Hay que coger lo mejor de los dos mundos y donde la característica fundamental va a ser la  flexibilidad.

Las empresas buscan cada vez más trabajar en entornos agile, más dinámicos, más colaborativos, más productivos y que generan mas compromiso mientras se preparan para una era post COVID-19.

El teletrabajo es un modelo que combinando lo presencial y lo virtual, se basa en una mayor delegación de funciones y tareas y por tanto se sustenta en una mayor confianza y transparencia.

Las empresas tenemos la misión de desarrollar compañías sostenibles y de proteger el cuidado de la salud de los empleados, mientras que los empleados anhelan la seguridad y estabilidad en medio de una atmósfera de volatilidad y disrupción. Somos conscientes de que la pandemia ha dejado huella en el ámbito emocional de algunas personas y por ello tenemos que preparar a nuestros equipos para poder gestionar esta incertidumbre, fomentando la resiliencia y favoreciendo la salud emocional a través de herramientas que trabajen sobre los 4 pilares del bienestar: social, financiero, físico y emocional.

Está claro que tras la crisis del COVID-19 el entorno económico será incierto, ¿cómo cree que afectará esto a las empresas y que características cree que va a tener el nuevo escenario?

Existe una gran incertidumbre en cuanto a la normalización de la actividad económica. Es pronto para hacer un pronóstico, y difícil prever ante un entorno tan incierto.

La crisis del Covid-19 ha afectado de manera asimétrica a las empresas, hay industrias muy afectadas como es el sector de la aviación, el sector hotelero, restauración pero sin embargo otros sectores como alimentación, industria farmacéutica, químicas donde el impacto ha sido diferente.

Lo que se ha visto es que las empresas que gozaban de una buena salud financiera están pudiendo aguantar de una forma bastante razonable. Por otra parte las pymes que se digitalizaron, han demostrado una flexibilidad enorme frente a la crisis y se ha puesto claramente en valor la importancia del e-commerce.

Aquellas empresas que no supieron gestionar el cambio y no transformaron su modelo de negocio adaptándolo al entorno digital, están sufriendo con la caída de las ventas y la dura competencia. Y serán muchas teniendo en cuenta que solo el 14% de las empresas tienen estrategia de transformación digital.

Parece que nos estamos adaptando a una nueva normalidad con cambios en todos los sectores, ¿cuáles están siendo los principales retos en su sector y cuales prevé que vendrán tras la crisis del COVID-19?

Estamos comprometidos a apoyar a nuestros clientes durante este período sin precedentes y ayudarlos a gestionar muchos problemas complejos relacionados con COVID-19. Ayudamos a las empresas ofreciendo asesoramiento sobre las coberturas que necesitan en sus programas de seguros en relación al COVID-19 para reducir la incertidumbre.

Por otra parte hemos ayudado a las empresas a reducir el estrés y la ansiedad de sus empleados en el periodo de confinamiento creando programas de telewellbeing y desarrollando sus 4 pilares: bienestar físico, bienestar emocional, bienestar social y bienestar económico.

Con estas acciones, las empresas demuestran que de verdad les importa el bienestar de sus empleados.

Estos programas refuerzan el engagement del talento, desarrollado especialmente para esta circunstancia. Por ejemplo la telemedicina, puesto que en estos momentos es clave poder atender a los empleados sin que ello suponga un riesgo para ellos, satisfaciendo la necesidad de tener acceso a un médico y contribuyendo a que los empleados se queden en casa. Este nuevo modelo de servicio se ha incrementado durante el confinamiento un 150%.

También es muy relevante disponer de servicios de atención emocional para aquellos empleados que hayan tenido que vivir circunstancias difíciles cercanas y que puedan necesitar este servicio para superar esta situación. Todos estos servicios contribuyen a atraer y retener el mejor talento, uno de los principales retos a los que nos enfrentaremos tras la crisis.

The Valley apuesta por el conocimiento como materia prima para aprovechar la oportunidad de la economía digital, ¿qué importancia tiene en tu organización la capacitación del talento de tus equipos?, y ¿cuáles considera que serán las capacidades más relevantes de los profesionales en el nuevo entorno?

Para Willis Towers Watson la motivación y el compromiso del empleado van directamente relacionados con la propuesta de valor que ofrece la empresa y su experiencia en los momentos importantes. Es clave transmitir qué significa el empleado para la empresa y lo que se espera de él a cambio. Nosotros ofrecemos formación a nuestros empleados a través de una plataforma online, que les permite mejorar sus habilidades profesionales y personales y la respuesta durante este periodo ha sido fantástica.

Se están produciendo muchos cambios y nosotros queremos ser un referente de modernidad. Están surgiendo nuevas profesiones y la digitalización como estamos comprobando afecta a todos los sectores productivos, por tanto, es necesario el “skilling/ reskilling” de nuevas habilidades, sobre todo las digitales, y todo lo que hace referencia al análisis del dato.

En cuanto a las capacidades relevantes creo que son muy importantes la humildad para ser consciente de todo lo que tenemos que aprender y por tanto no dejar de aprender. El optimismo para que no nos de miedo la incertidumbre. La empatía para conectar las 4 generaciones que convivimos, capacidad de inspirar a los equipos, capacidad de generar confianza. Como bien dijo Darwin: «no sobrevive el más fuerte, el más listo, el más rápido sino el que mejor se adapta al cambio», por tanto seamos resilientes y abracemos el cambio, vivámoslo como una oportunidad.

 Nuestros equipos han mostrado una madurez enorme a la hora de enfrentarse a esta crisis, lo que nos genera una gran satisfacción. 

Las empresas comienzan a dar pasos hacia la transformación digital que se asienta ahora como ventaja competitiva en esa nueva normalidad ¿Sobre qué claves para la transformación digital deben las empresas priorizar en este momento para extraer más valor?

Lo más importante es abrazar el cambio. Porque fomentar y acelerar la digitalización en todos los sectores es crítico para el devenir de las compañías y como decía Peter Drucker, “la cultura se come la estrategia”. Las organizaciones tienen que estar preparadas social y culturalmente para esta transformación digital. Si hay resistencia, no habrá cambio.

La tecnología es el facilitador clave en la transformación digital en la que estamos inmersos por cómo está revolucionando la vida de las personas. Las crisis aceleran procesos históricos y nos hará más fuertes frente al reto de la transformación digital. Para la sanidad, por ejemplo, la llegada de la tecnología ha sido clave en esta crisis. Las tecnologías han evolucionado y se han integrado en diferentes aspectos sociológicos de la vida de las personas, creando y transformando puestos de trabajo. El hecho de digitalizar procesos antes manuales te permite ser mucho más eficiente y focalizarte en ofrecer un buen servicio. El 5G, inteligencia artificial, blockchain, el internet de las cosas, robots, exoesqueletos, apps… están ayudando y facilitándonos la vida.

¿Qué consejos darías ahora mismo a cualquier profesional de cara a afrontar con éxito la fase post-confinamiento?

Le diría que afrontara los retos con actitud positiva, flexibilidad, humildad y que supiera escuchar. ¡Que no de deje de aprender!

Me gustaría animar especialmente a las mujeres a adentrarse en el sector de la innovación y la tecnología, dado que actualmente existe un reto con la digitalización y el talento femenino. No se supera el 23% de presencia de mujeres profesionales de sectores en el ámbito digital. Un sector con un crecimiento anual del 30-40% y que tiene un impacto transversal en la economía.

¿Cómo estás viviendo personalmente este momento de confinamiento?

Desde un punto de vista personal estoy teniendo la oportunidad de recuperar tiempo perdido y pasar más tiempo de calidad con mi familia, siempre que el trabajo me lo permite. Después de haber estado durante muchos años viajando por motivos profesionales para mí es un lujo tenerles tan cerca. Estos meses además están siendo un momento estupendo para seguir aprendiendo, formarme y profundizar sobre el liderazgo y la transformación digital, dos temas que me apasionan.

El próximo 7 de  julio hablaremos de algunos de los cambios que se comentan en la entrevista y que la situación el Covid-19 ha acelerado. Asiste online a The Future(s) Of: La sociedad postpandemia. La tecnología como vector del cambio. Juan Luis Moreno, socio y director de Innovación de The Valley, presentará el informe de tendencias “La sociedad postpandemia. La tecnología como vector del cambio”, un análisis que trata de interpretar las señales de cambio en todos los estratos sociales y que pone el foco en la tecnología como elemento disruptivo e hilo conductor de la transformación definitiva.

Inscríbete desde aquí.

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