En octubre comenzará la segunda edición del Programa Directivo en Digitalización de Recursos Humanos. Héctor Suárez, Director de Experiencia de Empleado en Fundación Personas y Empresas, fue alumno de la primera, quien habla de su experiencia estudiando este programa.
La digitalización de las compañías es una realidad incontestable la cual, sin duda, se verá corregida y aumentada en el futuro. Todo proceso de transformación, tiene un altísimo componente de recursos humanos. En mi opinión, la digitalización no es un desafío tecnológico. En realidad es un cambio cultural que se apoya en la tecnología, con el fin de situar al cliente en el centro adaptando nuestra manera de trabajar para conectar con él de manera óptima, aprovechando nuevas oportunidades de mercado y negocio. Implica un proceso continuo de reorientación, adaptación y aprendizaje. Estas dos anteriores realidades, entre otras, fueron las que influyeron en mi decisión de recibir esta formación.
Fundamentalmente los motivos fueron: el contenido académico del Programa, los profesores y las instalaciones.
Es difícil identificar un sector en concreto ya que, en mayor o menor medida, el impacto de la digitalización es general en toda actividad económica. Pero, si tuviera que identificar uno en especial donde he trabajado sería el de Seguros. En toda actividad financiera como los seguros (o la banca), la digitalización tiene y tendrá un altísimo impacto. No es una cuestión de conveniencia, sino un claro y simple posicionamiento de supervivencia.
Tiene un rol fundamental e incuestionable en la digitalización. El uso de la tecnología está cambiando radicalmente el comportamiento y las expectativas de los clientes: tienen más información, mayor poder de elección, son más exigentes, requieren inmediatez y son menos fieles, ya que “no se casan” con ninguna compañía en concreto. Recursos Humanos primero tiene que asumir lo que está pasando, ser consciente de la complejidad del entorno, de cómo evoluciona el mercado, la multicanaldad, etc. y, sobre todo, el impacto que todo esto tiene en las personas que conforman una compañía. Todo lo anterior, provoca en el mercado laboral una demanda creciente y acelerada de personas con perfiles y formación adecuada en habilidades digitales.
Creo que deberán evolucionar en una triple dirección.
Me ha ayudado enormemente a comprender el entorno digital, sus consecuencias y posible evolución a través de ejemplos reales y prácticos. La interacción con los profesores y compañeros de promoción ha sido tremendamente enriquecedora.
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