María Teresa Gómez Condado, Directora General CEOE Campus, es una profesional con una amplia experiencia directiva en el sector público y en el privado. Funcionaria de carrera del Curso Superior de Administradores Civiles del Estado. Ha dirigido el negocio de Banca Institucional en el Banco Santander.
En el sector público ha sido Subsecretaria de los Ministerios de Industria, Turismo y Comercio y Ciencia de la Innovación, Presidenta de la Oficina Española de Patentes y Marcas y de la Escuela de Negocios EOI.
Se define como experta en proyectos de colaboración público-privada, innovación y tecnología.
Desde octubre de 2019 dirige CEOE Campus, la escuela de negocios desde la cual la CEOE pretende formar a los directivos del Siglo XXI.
El confinamiento nos ha obligado a adaptarnos al formato telepresencial en el entorno laboral, y en casi todos los ámbitos de nuestra vida social, ¿cuáles crees que son los cambios que han venido para quedarse?
Efectivamente nos vimos obligados a teletrabajar todos, cuando muchas de nuestras empresas no creían mucho en ello. Hemos usado la red para trabajar, consumir, comunicarnos, socializarnos… por necesidad hemos aprendido mucho de tecnología. También hemos tenido que trabajar de otra forma con nuestros equipos.
Yo creo que el proceso iniciado no se va a detener; todos hemos podido comprobar sus ventajas. Evidentemente no será tan radical como en la etapa del confinamiento, pero las empresas hemos dejado de ser reticentes ante las nuevas formas de trabajo que hemos descubierto. El hecho de que la pandemia no esté resuelta también ayudara a seguir avanzando en la misma línea.
Está claro que tras la crisis del COVID-19 el entorno económico será incierto, ¿cómo cree que afectará esto a las empresas y que características cree que va a tener el nuevo escenario?
Sin exageraciones podemos afirmar el mundo post Covid es diferente al anterior. Nuestra seguridad se ha desplomado, sectores como el turismo, el comercio o el transporte, tan decisivos en nuestro modelo económico, están muy afectados. Las empresas, para sobrevivir en el entorno actual, tienen que repensarlo todo: redefinir su estrategia, su organización, su relación con los clientes, los productos o servicios que ofrecen. De su tecnificación y de la satisfacción de las necesidades de sus clientes dependerá su supervivencia.
Parece que nos estamos adaptando a una nueva normalidad con cambios en todos los sectores, ¿cuáles están siendo los principales retos en su sector y cuales prevé que vendrán tras la crisis del COVID-19?
El sector de la formación en el que está CEOE Campus ha sufrido en estos meses muchos cambios. Es verdad que ya existía formación online y blended, pero no era un fenómeno mayoritario. La transformación que hemos tenido que hacer todas las escuelas de negocio y centros de formación en este periodo ha sido impresionante. También lo hemos hecho en CEOE Campus, porque todos nuestros programas eran presenciales. Hoy toda nuestra oferta formativa tiene la doble modalidad de presencia física y virtual; paralelamente hemos creado nuevos programas para ayudar a las empresas a afrontar los enormes desafíos que tienen por delante. También en el sector de la formación, como en otros sectores, la tecnología permite avanzar muchísimo y se convierte en una aliada fundamental.
The Valley apuesta por el conocimiento como materia prima para aprovechar la oportunidad de la economía digital, ¿qué importancia tiene en tu organización la capacitación del talento de tus equipos?, y ¿cuáles considera que serán las capacidades más relevantes de los profesionales en el nuevo entorno?
Este es un tema importante. La pandemia ha tenido cosas buenas y una de ellas es el impulso a la digitalización. Se dice que hemos avanzado en 3 meses más que en muchos años: da igual que sean 2, 5 o 10. Es un hecho que en este periodo hemos comprendido que la tecnología y el conocimiento es lo que permite a las empresas sobrevivir. Es una oportunidad indudable, pero a su vez tiene un talón de Aquiles: la universidad en particular y el sistema educativo en general, con su rigidez, no aporta los conocimientos y habilidades necesarias para trabajar en un entorno que cambia en pocos meses. Así que la brecha entre las necesidades que el mercado demanda y los profesionales disponibles, no deja de aumentar. Se calcula que hay más de 500.000 puestos sin cubrir en Europa y en torno a 90.000 en España
¿Qué hacer? Algunas soluciones son abordar formación a la medida de los equipos, preparar a las generaciones no digitales en tecnologías exponenciales, impulsar de forma generalizada el desarrollo de “soft skills”, tan importantes en el actual contexto…
Las empresas comienzan a dar pasos hacia la transformación digital que se asienta ahora como ventaja competitiva en esa nueva normalidad ¿Sobre qué claves para la transformación digital deben las empresas priorizar en este momento para extraer más valor?
La transformación digital no es solo el teletrabajo, ni la compra de tecnología, ni el uso de apps o plataformas. Es un cambio total de una empresa que afecta a todas sus áreas. Y es sobre todo un cambio cultural. Por eso es tan importante contar con líderes con mentalidad digital, que sepan llevar a cabo una transformación integral de sus compañías, implantando metodologías ágiles, estructuras más planas, desarrollando una estrategia digital de toda la empresa y en definitiva implantando una cultura ganadora, donde la tecnología dirige el negocio. Es lo que perseguimos en todos los programas de formación que hemos puesto en marcha en CEOE Campus en colaboración con The Valley, en la línea de digitalización. Esperamos que ayuden a resolver las necesidades imperiosas que tienen las empresas en este campo.
¿Qué consejos darías ahora mismo a cualquier profesional de cara a afrontar con éxito la fase post-confinamiento?
Lo más importante es entender que estamos en una época de cambios profundos y por lo tanto no hay que dar nada por sabido. Se trata de tener una mente abierta para a entender lo que está pasando y ser rápido a la hora de abordar las actuaciones que requiere la nueva situación. La flexibilidad, la colaboración y la innovación va a ser los factores determinantes del éxito. Es importante tener claro que el factor decisivo para afrontar los numerosos desafíos del momento son las personas. No es una frase hecha, es que, si no sabemos cuidar e implicar a los equipos, aprovechando su potencial, no podremos lograr las metas que nos hemos propuesto. El bienestar emocional de los empleados no es solo un tema particular, es también un factor determinante de eficacia de las empresas.