Gonzalo Trigo Fernández, Director Global Tecnología e Innovación de Grupo Vass.
Ingeniero Superior en Informática por la Escuela Técnica Superior de Ingeniera (ICAI) de la Universidad Pontificia de Comillas, ocupa el cargo de CTO en VASS.
Inicia su carrera en VASS en 2002 como programador de Java. En 2007 crea la dirección de Explotación de Sistemas, gestionando una plantilla de 200 empleados y trabajando para importantes clientes como Telefónica, Repsol, BBVA, Banco de España, Movistar o El Corte Inglés. En esta primera etapa profesional gestiona las cuatro gerencias técnicas: explotación de sistemas, seguridad, Serbatic (empresa del Grupo VASS), testing y calidad.
Desde 2016 lidera como CTO del grupo la Dirección de Innovación y Business Value, que coordina la propuesta de valor global de la compañía, así como la preventa de las soluciones de negocio. Bajo su responsabilidad está también la dirección de marketing, alianzas y el equipo de Bid Manager, responsable de la elaboración de las ofertas.
El confinamiento nos ha obligado a adaptarnos al formato tele-presencial en el entorno laboral y en casi todos los ámbitos de nuestra vida social. ¿Cuáles crees que son los cambios que han venido para quedarse?
Muchos, pero en el ámbito laboral, sobre todo, el smartworking y la hiperflexibilización laboral. Antes del confinamiento, España estaba a la cola de los países europeos que fomentaban el teletrabajo. Concretamente, solo el 9,7% de los empleados teletrabajan alguna vez en casa. Era una cifra muy baja si la comparas con Holanda, por ejemplo, país en el que casi el 18% de los trabajadores lo hacían desde casa.
Nosotros, en VASS, llevamos fomentando el teletrabajo desde hace muchos años, precisamente como una herramienta más de conciliación dentro de nuestro Plan Concilia y no ha supuesto ninguna dificultad para nosotros, a pesar de que es muy diferente teletrabajar de vez en cuando a teletrabajar a diario. Desde todas las casas de los más de 2000 empleados de Grupo VASS hemos estado ofreciendo el mismo nivel de servicio a nuestros clientes sin apenas incidencias relevantes. Lo que sí es cierto es que el confinamiento ha instaurado el teletrabajo como algo habitual y que ha venido para quedarse. Además, un nuevo modelo de teletrabajo, el smartworking, que ya estaba implementado desde hace años en algunas empresas como la nuestra, y que se ha estado implantando durante la cuarentena. Es una fusión del teletrabajo y de las nuevas tecnologías que se basa en proveer a los empleados de todas las herramientas necesarias para alcanzar un nivel de rendimiento profesional máximo, independientemente del lugar desde el que se esté.
Está claro que tras la crisis del COVID-19 el entorno económico será incierto. ¿Cómo cree que afectará esto a las empresas y que características cree que va a tener el nuevo escenario?
Depende del sector, pero, por ejemplo, nuestro último barómetro mensual TIC Monitor, en el que analizamos la situación del mercado del entorno de las TIC señalaba que más del 85% de las empresas auguran un descenso de la facturación hasta el próximo mes de agosto debido al impacto del coronavirus. Es decir, que seremos testigos de un deterioro de los márgenes empresariales. No obstante, la nota positiva es que el impacto en el sector de servicios digitales resulta menor que en otras parcelas de la industria o los servicios. Asimismo, a medida que se vayan conociendo avances en el control de la pandemia y articulándose medidas de reactivación, la situación está claro que mejorará.
Parece que nos estamos adaptando a una nueva normalidad con cambios en todos los sectores, ¿cuáles están siendo los principales retos en su sector y cuales prevé que vendrán tras la crisis del COVID-19?
Como indicaba antes, el sector digital está siendo el menos afectado y, en este sentido, estamos viendo una gran oportunidad en esta crisis. El confinamiento ha servido para que muchas empresas se hayan dado cuenta de que la digitalización es indispensable. Solo aquellas organizaciones que habían reforzado sus procesos digitales se han adaptado mejor al nuevo entorno generado por la crisis del COVID-19, el resto lo están pasando francamente mal, algunas ha muerto o están a punto de desaparecer. En este sentido, el reto para nosotros es ofrecer este tipo de servicios a las empresas que todavía no se habían digitalizado y dar cobertura a este proceso de transformación en los próximos años.
The Valley apuesta por el conocimiento como materia prima para aprovechar la oportunidad de la economía digital, ¿qué importancia tiene en tu organización la capacitación del talento de tus equipos?, y ¿cuáles considera que serán las capacidades más relevantes de los profesionales en el nuevo entorno?
La capacitación del talento para VASS es un tema crítico, y, de hecho, la formación es uno de los pilares de nuestra Fundación. El talento digital es un valor social que hay que cultivar y fomentar ante el impacto de la nueva ola digital que está conformando un escenario disruptivo que exige una inexcusable adaptación. De hecho, una de las conclusiones del estudio “Empleabilidad y Talento Digital” realizado por nuestra Fundación y la Universidad Autónoma de Madrid, indica que el 47% de las grandes empresas españolas (y el 11% de las PYMEs) reclutaron o intentaron reclutar especialistas TIC en 2019. España es, en el contexto europeo, el país donde más ha crecido la base de empresas que ofrecen trabajo en estos perfiles entre 2012 y 2019. No sólo las específicamente dedicadas a los perfiles digitales sino aquellas que traccionan el conjunto de sectores económicos que están abordando activamente procesos de transformación digital.
Nosotros hemos puesto en marcha una iniciativa para apoyar a la reconversión profesional de 1000 personas, concediéndoles una beca a cada una de ellas para que puedan beneficiarse de un curso de inicio a la programación, valorado en 500€, que les capacitará para reconvertirse profesionalmente en esta situación dramática de crisis, que ha atacado drásticamente al empleo. Lo hemos hecho a través de un acuerdo entre la Fundación VASS y Bottega, una de las principales escuelas de programación en EEUU, para expandir en Europa una formación informática especializada y de alto nivel.
Las empresas comienzan a dar pasos hacia la transformación digital que se asienta ahora como ventaja competitiva en esa nueva normalidad. ¿Sobre qué claves para la transformación digital deben las empresas priorizar en este momento para extraer más valor?
Nuestra estrategia en VASS engloba precisamente las claves de la transformación digital para las empresas. El cliente es fiel a la experiencia que recibe por el servicio que paga, no a la marca. Es cada vez más exigente y está mejor informado. Es global, no le importan ni las geografías, ni los horarios, quiere decidir qué canal le conviene según el momento y acceder desde donde quiera. Premia las experiencias con un trato personalizado. Por eso, es importante ofrecer experiencias unificadas e insuperables que cubran todas estas exigencias. Asimismo, hay que obtener un mayor conocimiento de nuestro cliente, cruzando los datos que hemos utilizado hasta ahora con otras informaciones de diferente naturaleza que enriquezcan su perfil, permitiendo así mejorar tanto la captación como la fidelización.
Por otro lado, ahora contamos con grandes volúmenes de datos a consecuencia de las nuevas tecnologías como el 5G y la hiper-personalización. Hay que entender bien cómo usarlos, y que las compañías sean capaces de transformar la cantidad imprescindible de datos en información y esta, a su vez en conocimiento, aplicando inteligencia para la toma de decisiones. Respecto a esto último, las compañías deben de tener una capacidad de reacción mucho más rápida, sin apenas margen de planificación, adaptando la organización y las infraestructuras al crecimiento de nuevas líneas de negocio y a la eliminación de aquellas que ya no son rentables, de forma elástica y transparente; es lo que nosotros denominamos “Elastic Enterprise”. Por último, en VASS apostamos por las personas brillantes como clave de crecimiento de las compañías. Por ello, es imprescindible un ecosistema organizativo que permita atraer al mejor talento, desarrollarlo para hacerlo brillar y fidelizarlo.
¿Qué consejos darías ahora mismo a cualquier profesional de cara a afrontar con éxito la fase post-confinamiento?
Ante las crisis y los retos, hay que buscar siempre oportunidades, ser resolutivo y fijarse en ejemplos de éxito para seguir la misma fórmula. Mi consejo es que la digitalización está salvando de la quiebra a muchísimas empresas, ahora es el momento. Ya no podemos pararnos a pensar si me embarco en un proyecto para digitalizar mi empresa o no. El modelo de relación con los clientes ha cambiado radicalmente y si las empresas quieren sobrevivir deben adaptar su modelo de negocio al nuevo paradigma al que nos enfrentamos. También creo que, en el ámbito personal, el humor y una actitud positiva ante lo que venga ayuda mucho.
¿Cómo estás viviendo personalmente este momento de confinamiento?
La verdad que ha sido algo inesperado, difícil de imaginar y menos de que pudiera llegar a pasar. Al principio fue una situación que a todos nos ha costado asumir, pero más tarde, al menos en mi caso, nos hemos adaptado razonablemente bien.
Dicho esto, lo que más cuesta arriba se ha hecho es el no tener una relación social con familiares, amigos y compañeros de trabajo. De igual forma, el trabajo ha suplido con creces las expectativas que pudiéramos tener a nivel de conectividad y productividad, pero sí es cierto que quizás se pierde en eficiencia justo por este motivo, lo que se resuelve en otra circunstancia en una conversación de pasillo, en remoto es más complicado y suele implicar incluso una convocatoria y una reunión, lo que ha saturado en mi caso con agendas de horas diarias sin pausas. Ahora toca adaptarse de nuevo al cambio que viene y la situación de desconfinamiento poco a poco, con las reuniones con familiares y amigos y la vuelta a la oficina.
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