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¿En qué consiste un proyecto de fin de Máster en Digital Business?

Por 7 septiembre, 2017 Sin comentarios

Proyecto_MDBMe llamo Lara, y siempre me he dedicado al marketing, desde que entré, con 22 años, en L’Oréal. En febrero de 2016 empecé a trabajar muy directamente en temas digitales, y este mundo me atrapó por completo. La inmediatez, la velocidad, la reactividad que permite… Decidí que quería aprender mucho más, y me puse a buscar un máster.

Una de las cosas que me hicieron decidirme por el MDB+ fue el proyecto: tener la oportunidad de pensar de cero una idea junto a un equipo de personas casi desconocidas, y transformar esa idea en un proyecto que pueda convencer a un grupo de inversores me parecía un reto que me enriquecería muchísimo, y además, muy divertido.

Comienza la aventura

Después de un par de sesiones para conocernos y situarnos en el panorama general de digital, empezamos a formar los grupos; el equipo es determinante para que el proyecto sea un éxito, y en mi caso, Chema, Pablo, William y Carlota son lo que ha marcado la diferencia para hacer del proyecto un caso apasionante, divertido, y retador a lo largo de nueve meses.

El máster me ha servido para aprender y abrirme la mente de muchísimas formas, pero sin duda, la más importante ha sido el aprendizaje de cómo hacer paso a paso un nuevo producto. Esto sirve, por supuesto, para montar una nueva empresa, pero también, para los que trabajamos en empresas grandes o en un mundo más corporativo, es ideal para montar un proyecto dentro de la misma empresa con otra mentalidad, aplicando métodos de trabajo más ágiles, reactivos y de forma diferente.

En nuestro caso, empezamos aplicando lo aprendido en el módulo de Design Thinking para trabajar una sesión de creatividad en equipo de la que salió nuestra idea final, Doctor Shoes. Todos teníamos al menos un par de zapatos rotos en el fondo del armario, nuestro estilo de vida no nos pone fácil ir a un zapatero (suponiendo que sepas dónde hay uno en tu barrio), pero, a la vez, el dinero o los recuerdos asociados a un zapato no invitan a tirarlo a la basura.

A partir de ahí, definimos a nuestro buyer persona, a quien investigamos a fondo, y para quien empezamos a modelar nuestro primer prototipo.

Una vez el mínimo producto viable estaba validado, y nuestra idea (después de varios ajustes) ya asentada, empezamos a preparar el plan marketing de lanzamiento, con una obsesión (que a todos nos suena): conseguir el máximo con el mínimo presupuesto. Al principio queríamos conseguirlo todo: notoriedad, conocimiento de marca, facturación, repetición… le dimos un millón de vueltas, triplicamos el presupuesto (una ventaja de hacerlo sobre el papel), volvimos a algo más razonable, y finalmente conseguimos algo con lo que estábamos contentos (la vida misma).

A partir de ahí, gran parte del trabajo estaba hecho, y nos dimos cuenta de una cosa: Doctor Shoes tenía mucho potencial. Y nos empezamos a emocionar: ¿y si lo montamos?

Eso nos ha ayudado mucho a tomarnos el proyecto de verdad en serio: iba mucho más allá de un simple proyecto académico, era nuestro bebé, la idea que a lo mejor transformábamos en realidad. Un negocio que implica producto físico no es solo digital, claro. Por eso, además de temas puramente digitales, tocamos muchísimos aspectos: desde la logística, la reparación del zapato, seguros, equipo… y todo, en un modelo que fuera escalable a otros lugares.

Para acabar, todos esos puntos se tienen que reflejar en un Plan Financiero, con mayúsculas: balances, cuenta de pérdidas y ganancias, plan de negocio a 3 años, cashflow… y que todo cuadre, y sea sostenible (y atractivo para inversores).

Al principio, parecía que quedaba muchísimo tiempo y no había ninguna prisa, podíamos ir poco a poco y darles vueltas a las cosas… pero de repente, fue como si nos pusieran a cámara rápida y ahí estábamos: a una semana para la presentación del pitch al jurado.

La última semana, para decir la verdad, fue de bastante estrés: quedadas diarias para asegurarnos de que lo teníamos todo perfecto, ensayado y aprendido; nervios; cambios de última hora… nuestro tutor, Ramiro, que tiene una paciencia excepcional, nos ayudó muchísimo. Y llegó el gran día, y la presentación salió fenomenal.

Para acabar…

El proyecto es la parte en la que más he aprendido del máster: todo es fácil cuando te lo cuentan, pero al ponerse manos a la obra es cuando surgen las dudas, toca buscar en los apuntes o hablar con profesores, y es así como realmente entiendes e interiorizas todo lo aprendido.

Es una experiencia única, en la que tienes la oportunidad de trabajar con personas muy diferentes, de distintos sectores y con trayectorias diversas, lo que te da una perspectiva nueva para enfrentar los retos de negocio y muchas, muchas nuevas ideas.

En resumen: Doctor Shoes nos ha dado mucho trabajo, y nos ha hecho sufrir a ratos, pero el resultado final nos ha compensado todo eso y más. Y puede que en el futuro volváis a oír hablar de él…

Autora: Lara Borrajo, Senior Brand Marketing Manager en Babydel

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