Las nubes… ¿cosas blancas y esponjosas en el cielo?
La tan mencionada transformación digital se basa en varias innovaciones que al confluir han impactado nuestra sociedad con una profundidad nunca antes vista. Hablar de economía digital es hablar de innovación, tanto de la generada en las corporaciones como en las startups. Si ha habido un elemento clave en el crecimiento exponencial que vive la economía digital y la innovación que conlleva, sin duda han sido las infraestructuras tecnológicas en la nube. No se ven pero son el gran facilitador.
Para entenderlo mejor, hay que darse perspectiva. No hace mucho tiempo, todos los sistemas (infraestructuras) de TI de una empresa estaban instalados (on premise) y las nubes eran sólo cosas blancas y esponjosas en el cielo. Para innovar digitalmente se requerían grandes presupuestos y profundos conocimientos sobre datos, cómo almacenarlos y procesarlos de forma eficiente para atender crecimientos, picos, valles… tanto a nivel de hardware como de software. Este conocimiento solía y suele estar muy alejado del negocio principal de las compañías, y era la principal barrera para desarrollar e innovar digitalmente.
Dos barreras muy altas de entrada tanto para startups (la primera e insalvable era el coste de poder testar una idea, algo que hoy damos por hecho con unos pocos euros) como para corporaciones.
Los comienzos de la infraestructura tecnológica en la nube
A comienzos de 2000 el primero que se dio cuenta que era (muy) bueno en todo eso (datos, computación, almacenamiento, centros de datos…), casi de casualidad, fue… Amazon. Su negocio de ecommerce era/es del tipo mucho volumen, poco margen y optimizar toda la infraestructura era clave para arañar eficiencias y sumar a ese poco margen.
A nivel corporativo, el máximo exponente del valor creado por las infraestructuras para la economía digital es sin duda Amazon. Todos seguimos pensando en Amazon como el rey del comercio electrónico (que lo es, junto con Alibaba), sin embargo, no es tan inmediata la asociación de su poderío con el creciente negocio (en volumen y rentabilidad) de su unidad de servicios en la nube, AWS (Amazon Web Services). Se estiman unos ingresos anualizados de unos 40.000 millones de dólares, y lo que es más impresionante, generan casi dos tercios del beneficio operativo de la corporación….. AWS está sin duda detrás de que su acción cotizase a unos 50 dólares en 2005 y en fechas recientes haya superado los 2.000 dólares.
¿Cómo se benefician las startups de las infraestructuras en la nube?
En el lado de las startups, gracias a las infraestructuras en la nube, las inversiones necesarias para probar si un prototipo (lo que ahora se llama PMV, producto mínimo viable) tiene encaje en el mercado y merece la pena seguir invirtiendo en su desarrollo completo, han bajado drásticamente. De hecho, la industria del capital riesgo (VC) ha podido financiar muchas más iniciativas con un mismo nivel de capital gracias a la nube. Un círculo virtuoso detrás de la innovación digital. Las infraestructuras en la nube, hacen que pase de ser un coste fijo a un coste variable, de pago por uso, donde se puede acceder a las mejores soluciones para emprender.
Un ejemplo de un sector donde las startups se benefician de las infraestructuras en la nube para innovar y desarrollar economía digital es el de las Insurtechs (Insurance Technology). Donde uno de los puntos de partida es ofrecer soluciones ágiles y escalables a las corporaciones para desarrollar nuevos productos y modelos de negocio en apenas semanas y con una inversión inicial muy baja. Un ejemplo es la insurtech Yolo (disclaimer: soy su Director General en España) cuya plataforma en la nube facilita a aseguradoras, bancos y grandes marcas desplegar una oferta de seguros bajo demanda 100% digital a una fracción del coste y tiempo que esto podría hacerse desde sus sistemas y procesos legacy.
¿Qué implicaciones tiene para los emprendedores?
Según un estudio de Harvard Business Review, la inversión inicial de los VCs en nuevas iniciativas se ha visto reducido en un 20% gracias a la nube. Esto ha aumentado el acceso de los emprendedores y por ende la financiación de más iniciativas. Lo que se podría llamar un proceso de democratización.
Según Synergy Research Group el tamaño de este mercado en 2019 se cifró en unos 100 Billones de dólares. Donde Amazon cuenta con una cuota superior al 30% (seguido de los Microsoft, Google, IBM y Alibaba entre otros). Como anécdota, sólo el contrato del Pentágono americano por estos servicios asciende a 10.000 millones de dólares. Las estimaciones para el mercado español, según Statista, superan los 2.000 millones de dólares.
Nada mejor que el modelo de la pizza de hostingadvice.com para acabar de comprender lo que significa pasar de las infraestructuras ‘on premise’ a en la nube (o SaaS, Software as a Service). La Pizza on premise es aquella que cocinas en tu casa, donde todo lo que usas es de tu propiedad, el horno, la mesa en la que la comes, los ingredientes, etc. Mientras que el modelo SaaS es aquél en el que la comes en una pizzería…. Entre medias hay varias opciones como IaaS (Infrastructure as a Service) o el PaaS (Platform as a service), donde sigues comiendo en casa pero te traen la pizza para cocinar o incluso ya lista para comer.
Autor: Luis Domínguez, Country General Manager en Yolo y profesor en The Valley
Fuentes: