Parecía irreal. Un guión imposible. Una historia de ciencia ficción hecha realidad con el previo aviso de un Bill Gates cuyo TED talk se hizo famoso con seis años de retraso. “Si algo mata a 10 millones de personas en los próximos 10 años, es más fácil que sea un virus antes que una guerra”, afirmó en aquella charla TED. No se le hizo suficiente caso.
Superados por la complejidad de una situación contagiada a la velocidad de la globalización, son cada vez más evidentes las señales de un cambio que han puesto en jaque a gobiernos, instituciones, compañías y a personas, familias y comunidades de todo el mundo.
Como en todo acontecimiento lleno de transcendencia, el momento actual es un tiempo crucial, un instante en el que vivimos una «vuelta a la normalidad» que es de todo menos normal. Por delante, retos como la brecha digital, el 5G, la privacidad vs la prevención, la salud vs la economía.
Ventanas de oportunidad
Mientras el mundo se recompone, toma aliento y se prepara para un escenario VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad) en toda regla, surgen ventanas de oportunidad que están sabiendo aprovechar emprendedores y startups, así como empresas ya implantadas cuyos modelos de negocio han pivotado al son de esta realidad.
Desde el teletrabajo o el entretenimiento pasando por la salud holística, la educación o el consumo a través de canales digitales, hemos modificado nuestros hábitos y actividades de forma abrupta. ¿Estábamos preparados? ¿Es en estas actividades donde han surgido las oportunidades de innovación y emprendimiento? ¿Qué papel ha jugado la tecnología?
La educación como eje vertebrador
Efectivamente, son muchas las iniciativas que han surgido en torno a las mencionadas actividades que hemos comenzado a hacer online. Centrémonos en la educación porque justo será el eje vertebrador para que estemos preparados como sociedad para esta “nueva normalidad”.
El denominado “homeschooling”, educación en remoto, ha sido un reto tanto para la educación pública como privada. Según el Instituto Nacional de Estadística, nueve de cada diez hogares españoles tiene acceso a Internet y en el caso de los hogares con niños, este porcentaje asciende al 97%. Unicef en un artículo en su web confirma que “si nos fijamos en el tramo de ingresos más bajos (900 euros mensuales netos o menos), el 9,2% de los hogares con niños carecen de acceso a Internet, lo que representa que cerca de 100.000 hogares no pueden conectarse a la red”.
Por tanto, estamos ante una brecha digital vinculada a las diferencias sociales provocadas por la situación económica de los hogares, pero ¿es esta la única brecha digital que ha surgido durante la pandemia?
¿Contábamos las competencias digitales necesarias?
Lo cierto es que, con el teletrabajo o la necesidad del consumo online, muchos ciudadanos han sido conscientes que no contaban con las habilidades, las competencias o el conocimiento sobre las herramientas digitales necesarias.
Hablamos de herramientas para el trabajo colaborativo o para la gestión de tareas y proyectos; habilidades como la comunicación en entornos digitales, la inteligencia emocional para la gestión y motivación de equipos en remoto; competencias como las relacionadas con el trabajo en red en un entorno colaborativo, las relativas a los comportamientos necesarios en un entorno cambiante, dinámico y flexible o la gestión de la información en un entorno digital.
No estábamos preparados. Por ello la formación y capacitación, no solo en conocimientos sino en habilidades y competencias, cobran vital importancia para aumentar nuestra empleabilidad en un entorno de incertidumbre económica con previsiones dramáticas de cifras de desempleo.
¿Qué ha pasado en otros lugares donde no es tan común el acceso a internet?
Aun así, hemos sido privilegiados en los países más desarrollados. ¿Qué ha pasado en otros lugares donde no es tan común el acceso a internet? La creatividad surge como antídoto de la situación. En busca de soluciones alternativas, la radio y la televisión se han convertido en los canales de entrada para la educación.
Por ejemplo, en Ruanda UNICEF identificó más de 100 guiones de radio de todo el mundo centrados en la alfabetización que podrían adaptarse para alinearse con el programa escolar del país. UNICEF trabajó en colaboración con asociados, entre ellos la Agencia de Radiodifusión de Ruanda para producir y emitir las clases en todo el país.
En Kenia, el servicio de internet a través de globos de Alphabet, Loon, ha recibido finalmente la aprobación del gobierno para ayudar a mejorar la comunicación durante la pandemia de coronavirus.
Kolibri pone a disposición de comunidades de bajos recursos como escuelas rurales, campos de refugiados, orfanatos, sistemas escolares no formales o sistemas penitenciarios, la tecnología educativa de alta calidad para no dejar de aprender.
La crisis de paradigmas a la que asistimos pone en duda sistemas y estructuras tradicionales vigentes hasta la fecha. A tenor de la realidad, nos encontramos en un punto de inflexión donde las decisiones de hoy influirán directamente en los posibles futuros que se dibujan en el horizonte: en nuestras manos está que esas decisiones no conviertan el futuro en una distopía. Invertir en educación será la única forma de vencer a la tan temida brecha digital.
Juan Luis Moreno, Socio y Director de Innovación de The Valley
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Esta introducción da la bienvenida al informe «Una mirada al futuro que ya es presente», un recopilatorio con las conclusiones de reconocidos expertos, humanistas y tecnólogos han pasado este año por los eventos del Club The Place. Ya puedes descargar de forma gratuita este informe desde aquí.