La alfabetización digital es muy necesaria, tanto para los jóvenes como para las personas mayores, por eso es importante saber cómo alcanzarlo y hacerlo bien.
Si hablamos de alfabetización digital se puede llegar a pensar que es cosa de adultos y que los niños nacen con un móvil bajo el brazo, pero al hablar de alfabetismo se incluye a niños, mayores, tercera edad y también a empresas y colegios.
La alfabetización digital consiste principalmente en la capacidad que posee una persona para realizar actividades de manera eficiente utilizando las herramientas y los medios digitales. Esto va a permitir realizar tareas como investigar, redactar, analizar y crear contenido.
La alfabetización debe entenderse como un medio, pero también como una nueva forma de comunicación, creación y comprensión de la información. Además, se trata de comprender y aplicar estos nuevos usos para hacer que nuestra vida mejore, seamos más productivos y eficientes en ella.
Con respecto a los conocimientos y habilidades por adquirir, la alfabetización se caracteriza por:
La alfabetización digital debe ir más allá del aprendizaje de herramientas y programas. Podemos diferenciar los beneficios de la alfabetización digital según su ámbito:
La alfabetización digital ha provocado la aparición de nuevas diferencias sociales:
Es por ello que es importante fomentar el alfabetismo digital para que nadie se quede fuera de la revolución tecnológica.
Podemos diferenciar tres niveles:
Los jóvenes son considerados “La generación smartphone”. Desde que son bebés tienen contacto con algún dispositivo móvil.
La gran mayoría de menores entre 10 y 14 años tienen un teléfono de última generación con conexión a internet. Para ellos internet es una herramienta fundamental en su formación académica, pero ya son muchos los adolescentes que hacen uso de estas tecnologías para crear contenido propio para las redes sociales. Los jóvenes se ubican en el tercer nivel de alfabetización al subir fotografías y videos a Instagram, TikTok, Youtube o Twitch.
Se trata de una generación que se rodea de un mundo en el que todo está conectado lo que podemos conocer también como el internet de las cosas.
El estar en constante conexión puede conllevar ciertos riesgos en aquellas personas más influenciables, como lo menores y en lo que pueden aparecer conductas adictivas.
Aunque la gran mayoría de adultos ya están alfabetizados y formados, no cuentan con conocimientos mínimos sobre nuevas tecnologías. En este caso podemos hablar de una realfabetización, renovar conceptos y competencias relacionadas con el mundo digital para conseguir mayor autonomía a nivel digital. Actualmente hay muchas profesiones que requieren un reciclaje continuo y están en constante cambio, sobre todo las que están vinculadas a la informática, comunicación, educación o investigación.
La adquisición de competencias digitales va a facilitar la inserción laboral a aquellas personas que se encuentran en desempleo y aumentará las opciones de ascender a aquellas que estén en activo.
Existe una parte negativa en la digitalización, y es que algunas profesiones desaparecerán o tendrán que subdesarrollarse si no se adaptan a la situación. Por ello, la alfabetización en adultos es clave para que pueda para que puedan incorporarse a nuevas profesiones que surjan y estén adaptados al entorno en el que viven.
Igualmente, gracias a estas competencias muchas personas adultas decidieron emprender en el mundo online.
Es un grupo que no puede quedar excluido de la alfabetización digital. Necesitan tener las suficientes destrezas para ser autónomos y no depender de sus familiares por ejemplo, a la hora de atender una llamada o sacar dinero en el cajero.
Cuando se tiene una edad avanzada, aprender algo nuevo aporta satisfacción y eleva la autoestima. Mayoritariamente estos usuarios utilizan internet para buscar información, escribir, leer.
Para este grupo los inconvenientes de la alfabetización es que pueden contraer restricciones físicas o mentales que les impida adaptarse a las nuevas tecnologías.
Las nuevas tecnologías son imprescindibles tanto para grandes empresas como para pymes. Para ser competitivo es necesario estar presente en la red. El problema aparece cuando los empresarios no disponen de suficiente dinero para digitalizarse o no lo consideran una prioridad para su empresa. Este riesgo podría disminuir con proyectos llevados a cabo por entidades públicas o privadas que favorecieron el acceso a la tecnología y así reducir la brecha digital.
Las empresas deben realizar continuamente la alfabetización, debido a los constantes cambios del mundo digital. Los beneficios son tanto particulares como globales, ya que es necesaria para la inclusión social y el desarrollo.
Las escuelas apuestan por la presencia de las TIC en la educación, con ellas se puede impulsar la creatividad, la innovación y la participación activa de los alumnos. Así, desde edades tempranas es como se consigue la alfabetización de los jóvenes, se les acerca a la realidad de ser nativos digitales. El e-learning les ofrece a los menores muchas posibilidades:
El riesgo de la digitalización en los centros educativos, es que en algunos hogares no se pueden permitir tener dispositivos electrónicos o las residencias se encuentren en zonas donde no haya conexión a internet, esto puede ralentizar la formación de algunos estudiantes.
Invertir en alfabetización digital es invertir en futuro. Es importante que todos tengamos las mismas oportunidades de acceso a internet y que todos seamos capaces de usar las nuevas tecnologías en el día a día.
Es algo obvio que la alfabetización plena no se va a conseguir de un momento a otro, pero existen diversas medidas con las que se puede reducir la brecha digital:
La definición de alfabetización ha evolucionado con el paso del tiempo. Uno de los principales retos que tenemos como sociedad , es establecer qué se entiende por alfabetismo digital. Comprender que es un proceso de aprendizaje que ayuda a producir avances tecnológicos que mejoran nuestra vida es básico para involucrar a las personas en la tecnología. Aprender a usar las TIC debe enfocarse desde el empleo de las herramientas. Las competencias básicas, deben entenderse como la integración de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana.
Dar la espalda a la formación digital aplicada al trabajo sería retroceder e incluso bloquear, la oportunidad de crecimiento laboral.
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Autora: Alicia Somavilla, Marketing Intern en The Valley.
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