
¿Por qué mueren las empresas más rápido que antes?
La esperanza de vida de las empresas disminuye cada año, es decir que las nuevas empresas, aunque triunfen en el mercado, también mueren y además más rápido.
Así de contundentes fueron las conclusiones de los profesores de la Universidad de Dartmouth, Vijay Govindarajan y Anup Srivastava, tras ampliar un estudio previo que afirmaba que hace medio siglo la esperanza de vida de una compañía del Fortune 500 era de alrededor de 75 años y que actualmente es menos de 15. Al incluir en su estudio empresas más pequeñas, llegaron a la conclusión arriba enunciada: las nuevas empresas también mueren y además más rápido.
Innovación continua: el factor común de las empresas que sobreviven
Ante esa evidencia, ¿es posible lograr la supervivencia? Podemos detectar un rasgo común a todas aquellas que permanecen operando durante años y es la innovación constante. Sólo aquellas empresas que son capaces de crear una cultura basada en la innovación serán aquellas que conseguirán adaptarse a un entorno cada día más cambiante.
Cómo ha cambiado el entorno empresarial (y por qué es un reto)
El nuevo consumidor digital y omnicanal
El comportamiento de las personas ha cambiado y también lo ha hecho en su faceta como consumidores: compran a través de canales online y móviles, comparten sus opiniones sobre las marcas en redes sociales, se informan online antes de comprar un producto en una tienda física o viceversa, y sobre todo son clientes que podemos denominar “omnicanales”.
Nuevos competidores con propuestas disruptivas
Pero no sólo el consumidor ha cambiado, también lo ha hecho la competencia. Las medianas y grandes compañías no compiten con sus semejantes de antes. Han irrumpido en el mercado nuevos entrantes, a veces pequeños emprendedores que han cambiado radicalmente las reglas del mercado en cada sector.
Su clave ha sido ofrecer una propuesta de valor al cliente diferente a la que existía hasta entonces. El éxito no proviene de la complejidad tecnológica sino de la propuesta diferencial que resuelve problemas o crea nuevas necesidades. Son muy pocas las empresas tradicionales que lanzan productos con una propuesta centrada en facilitar la vida a los clientes. Por el contrario, startups con pocos recursos logran soluciones virales gracias a su dinamismo y eficiencia.
Más allá de la transformación digital: hablamos de metamorfosis
Se ha impuesto el término “transformación digital”, pero en realidad deberíamos hablar de transformación empresarial. Es un cambio integral, casi orgánico, que va más allá de lo digital. Muchas compañías todavía creen que basta con crear un departamento digital o contratar un CDO. Pero la transformación requiere repensar todos los ejes de la compañía.
Los 7 ejes clave de la transformación empresarial
- Entorno competitivo
- Modelo de negocio
- Procesos y metodologías de trabajo
- Relación con el cliente
- Conocimiento del cliente
- Experiencia del cliente
- Modelo organizativo y cultura empresarial
Hablamos, por tanto, de un proceso integral de cambio en la compañía que tiene como objetivos la competitividad en el nuevo entorno de mercado y la eficiencia en la gestión, impactando en todos los ejes organizativos.
Qué preguntas debe hacerse una empresa para empezar
- ¿Cómo es el nuevo consumidor y cómo se comporta?
- ¿Quiénes son ahora mis competidores y qué hacen diferente?
- ¿Sigue siendo válida mi propuesta de valor o necesito adaptarla?
- ¿Tenemos el talento necesario para afrontar el cambio?
Talento, formación e innovación: los pilares de la transformación real
Diagnóstico y mapa de talento: el punto de partida
Será necesario realizar un diagnóstico organizativo, identificar el conocimiento y las competencias del talento interno y detectar si se necesita incorporar perfiles externos. Aquí entra en juego la elaboración de un mapa de talento.
Competencias clave para adaptarse al nuevo entorno
Agilidad, anticipación, flexibilidad, gestión emocional, colaboración digital, análisis crítico… son solo algunas de las competencias que se necesitan para liderar una transformación empresarial en entornos complejos.
Formación práctica e innovación como motor del cambio
La formación debe ser experiencial, basada en el aprendizaje práctico, en metodologías como Design Thinking, Lean y Agile, que fomenten la creatividad, el prototipado y el desarrollo ágil de nuevas soluciones.
Innovar no es solo crear un nuevo producto. Es una habilidad que se aprende, entrena y aplica en todos los niveles de la organización.
Conclusión: adaptarse no es una opción, es la única vía para sobrevivir
Estamos ante una especie de “darwinismo digital”. Sólo las empresas que sepan adaptarse al cambio lograrán sobrevivir. La transformación empresarial no es un proyecto puntual, sino un proceso continuo que afecta a toda la organización y requiere talento, cultura, formación e innovación.
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