Una de nuestras alumnas del MDB+13 nos cuenta cómo la experiencia del Máster en Digital Business le convirtió en una profesional 360.
Soy Ana Velasco y actualmente trabajo como ejecutiva de marketing e investigación en IAB Spain.
Cuando comencé mi andadura con The Valley, jamás pensé que iba a sentirme tan orgullosa del reto que había superado. Porque sí, realizar un máster es algo duro, es una etapa en la que tienes que esforzarte el triple de lo que venías haciendo hasta entonces, trabajando y dedicando horas a algo que nadie te asegura al 100% que vaya a tener un fruto… Pero así te ves cada día: cumpliendo pequeñas metas y sintiéndote cada vez más segura de tus conocimientos y de a dónde puedes llegar.
Del turismo a la transformación digital
En mi caso, venía de un sector totalmente diferente, el turismo, y quería dar un giro de tuerca a mi carrera profesional. Porque, en el fondo, te ves capacitada para hacer algo distinto y con ganas de explotar ese «no sé qué« que te recorre por dentro y te motiva a no conformarte.
Después de casi un año y medio dedicado a recopilar información y por fin tomar la decisión definitiva, un día me vi sentada en un aula con gente desconocida intentando averiguar qué color reflejaba mi personalidad (alguno ya habréis hecho el test Discovery Insights). Y lo que al principio parecía un juego, marcó todo un año de duro trabajo con las mejores personas que me podían haber tocado: mi equipo Rojo.
Durante mi Master en Digital Business pude pasar por todas las fases evolutivas de alguien que no tiene nada que ver con el sector digital, salvo lo poco que me había interesado en aprender de forma autodidacta. La primera etapa es la más confusa: terminología, conceptos, funnel, funnel, funnel y más funnel. ¡Ya jamás se te olvida! Y además te das cuenta de que todo el mundo lo usa y te preguntas dónde has estado metida todos estos años. Te ves dibujando veinte tipos de casas, 10 hamburguesas con brazos robóticos o zapatos con plátanos usando Design Thinking… ¡jamás usarás tantos post-it! Además, llegarás a conocer tanto a un usuario y su entorno que hasta le cogerás cariño, y te costará desprenderte de ellos en el siguiente proyecto. Desde entonces todo es un Customer Journey, y no volverás a ver a las personas de la misma manera.
Convertirse en profesionales 360
Cuando empiezas a creer que ya lo vas dominando, un día caluroso de verano aparece Juan Luis Moreno con su carácter afable y te presenta el maravilloso mundo del marketing, y no lo vamos a negar: no es fácil, pero es diferente, complejo y emocionante. Nuevos conceptos, nuevo proyecto, un nuevo reto. Pero en eso se basa, en una transformación no sólo digital, si no también mental. Venimos a convertirnos en profesionales 360, a tocar nuevas puertas, y la mejor forma de conseguirlo es con una metodología en la que el trabajo y la práctica no puede faltar. Profesionales cercanos y dispuestos a ayudarte con su mejor consejo, que te dan aliento y creen en el potencial de los alumnos que tienen delante.
Y no son los únicos que creen en ti. Sin duda el apoyo de la gente que te rodea: tu familia, tus compañeros, tu tutor… es lo más importante en una etapa que se hace tan larga, y yo puedo presumir de haber contado con los mejores. Por lo que no puedo más que agradecer a la escuela y al equipo que la forma la confianza que depositan en cada uno de los alumnos.
En resumen, mi experiencia en The Valley ha estado marcada por una elevada dosis de ilusión y motivación, receta que no le debe faltar a nadie cuando se embarca en algo similar ya que la satisfacción te viene devuelta multiplicada por dos y, al final, en mi caso, me sirvió para cumplir mi objetivo: dar un cambio a mi carrera y empoderar mi valor como profesional. Por lo que si me preguntan si volvería a hacerlo, no dudaría ni un segundo en responder que por supuesto, sí.
Autor: Ana Velasco Muñoz, alumni del MDB+13 y Ejecutiva de Marketing & Investigación en IAB Spain