Las empresas no son entes estáticos, cada cierto tiempo tienen que evolucionar para conseguir que sigan siendo competitivas en el mercado y esta renovación siempre suele estar motivada por la sensación de urgencia. Actualmente, la mayoría de las compañías se encuentran inmersas en un proceso de transformación digital, y para que sea exitoso debe llevarse a cabo a través de la cultura de las personas.
La crisis en España hizo que empresas punteras se tambalearan en asuntos como los valores y los procesos tradicionales. La cultura de las personas se define por unos comportamientos, estructuras, actitudes y simbolismos de quienes forman parte de una compañía.
Todos estos condicionantes deben estar basados en las creencias y los valores de la organización, los valores son la clave. Igual que las personas se mueven por sus propios valores, las empresas deben tener claras sus motivaciones. Si los valores de la organización coinciden con los de trabajador, el ambiente laboral es el ideal.
El papel de los early adopters en las compañías
Dentro de los valores comunes, hay que identificar las distintas personalidades de la organización. Es fundamental generar un grupo de early adopters que conformen un equipo de innovación quienes inicien los primeros pasos del cambio. Después, es necesario hacer entender que se debe salir de la zona de confort para situar a las personas en la zona de aprendizaje.
La compañía tiene que estar centrada en el usuario, con misiones concretas e innovaciones disruptivas para cada uno. La cultura debe evolucionar de arriba hacia abajo, se debe trabajar el estilo de liderazgo del CEO y del equipo directivo para conseguir la cohesión del equipo directivo y que sea el CEO quien lidere el cambio. Y ejerciendo ese liderazgo, debe impulsar que las ideas y proyectos que vengan del resto del equipo favoreciendo las herramientas y el conocimiento.
Autor: Alejandro Martín-Cleto Admissions & Events en The Valley